¿Cuál es el método correcto para estudiar la Biblia? Comparación entre denominaciones y el modelo de Cristo
En un mundo lleno de doctrinas e interpretaciones diversas, muchos se preguntan: ¿quién tiene la verdad?, ¿cómo debe estudiarse correctamente la Biblia?, ¿qué método usó Jesús? Este artículo ofrece una guía clara y comprensible sobre los principales métodos de estudio bíblico utilizados por distintas denominaciones cristianas y religiosas. Analiza sus ventajas, riesgos y fundamentos doctrinales, contrastándolos con el modelo de interpretación de Cristo. A través de un lenguaje explícito, citas bíblicas esenciales y fuentes confiables, se concluye que sí existe una verdad absoluta revelada por Dios en las Escrituras, y que el método correcto es aquel que honra la totalidad de la Palabra, exalta a Cristo, y transforma la vida. Descubra cuál es el camino bíblico para encontrar la verdad y a qué denominación se ajusta mejor este modelo.
6/30/20254 min leer


Introducción
A lo largo de la historia, millones de personas han abierto la Biblia con la esperanza de encontrar respuestas trascendentales. Sin embargo, el modo en que cada lector se aproxima al texto sagrado ha dado lugar a diversas interpretaciones, doctrinas y denominaciones. Esto ha generado la legítima pregunta: ¿existe un método correcto para estudiar la Biblia? ¿Quién tiene la verdad? ¿Se puede conocer la interpretación original que Dios quiso transmitir?
Este artículo analiza de manera explícita y comprensible los métodos más comunes de estudio bíblico, las prácticas interpretativas en diferentes denominaciones religiosas, y contrasta todo ello con el método que utilizó Jesucristo. A partir de este análisis, se argumenta que sí existe una verdad absoluta revelada en la Palabra de Dios, y que un estudio fiel y responsable puede llevarnos a ella.
¿Por qué es necesario un método para estudiar la Biblia?
La Biblia no es un libro común. Contiene poesía, leyes, narraciones, profecía, doctrina y sabiduría práctica. Su diversidad literaria, su antigüedad y su trasfondo cultural exigen un abordaje cuidadoso. El apóstol Pablo escribió:
“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” (2 Timoteo 3:16, RVR1960).
Sin embargo, esa utilidad solo puede aprovecharse si se interpreta correctamente. Pedro advirtió:
“...ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada” (2 Pedro 1:20, RVR1960).
Esto sugiere que la Biblia posee un mensaje objetivo, revelado por Dios, que debe descubrirse con humildad, estudio y dependencia del Espíritu Santo.
2. Métodos tradicionales de estudio bíblico
A lo largo de los siglos, se han desarrollado varios métodos de estudio. En el libro Entender las Escrituras (Reid, 2010), se enumeran al menos nueve:
Devocional: Busca aplicación personal. Ej. Salmo 119.
Temático: Analiza un tema en toda la Biblia, como la gracia o el juicio.
Biográfico: Estudia personajes bíblicos (Hebreos 11).
Geográfico: Considera lugares y su relevancia histórica.
Histórico: Contextualiza el pasaje en su época original.
Analítico: Descompone el texto para examinarlo en profundidad.
Sintético: Da una visión panorámica de libros completos.
Tipológico: Ve figuras del Antiguo Testamento que apuntan a Cristo (Hebreos 8:5).
Exegético: Estudia el texto original y su contexto gramatical y cultural.
Cada uno tiene ventajas y desventajas, dependiendo del uso que se le dé. Por ejemplo, el método devocional es inspirador, pero puede ser superficial si se ignora el contexto. El exegético es riguroso, pero puede volverse académico si no se aplica espiritualmente.
Tradiciónétodo dominanteAutoridad principalRiesgoFuerza principal
¿Qué método usó Jesucristo?
Jesús mismo interpretó las Escrituras con profundidad y equilibrio. Lucas registra:
“Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían” (Lucas 24:27, RVR1960).
Esto demuestra que Jesús utilizó:
Un enfoque tipológico (Él es el cumplimiento de las figuras del AT).
Una lectura temática (explicó el plan de salvación).
Una interpretación literal y contextual (citaba el texto en su sentido original).
Una aplicación devocional y práctica (Mateo 7:24).
Además, Jesús rechazó la interpretación basada en tradiciones humanas (Marcos 7:6-9), y confirmó que “ni una jota ni una tilde pasará de la ley” (Mateo 5:18).
Entonces podemos resumir que el método de Jesús es completo, equilibrado, centrado en la verdad de Dios y transformador.
¿Existe una verdad absoluta?
La Biblia declara que sí. Jesús afirmó:
“Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6, RVR1960).
La verdad no es múltiple ni relativa: es Cristo mismo y su Palabra. Pablo enseñó que:
“Dios quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (1 Timoteo 2:4, RVR1960).
Por tanto, la existencia de muchas iglesias no implica que todas tengan razón. La verdad debe:
· Ser fiel al mensaje bíblico completo (tota Scriptura).
· Tener coherencia profética e histórica (Daniel 7-8; Apocalipsis 14).
· Llevar a la obediencia a los mandamientos de Dios (Apocalipsis 14:12).
· Enaltecer a Cristo y su justicia como único camino de salvación.
Esto no niega que haya creyentes fieles en otras iglesias, como afirma Apocalipsis 18:4:
“Salid de ella, pueblo mío”.
Dios juzga con amor, paciencia y justicia, pero llama a su pueblo a caminar en toda la luz que Él ha dado (Juan 12:35-36).
Conclusión
No todas las interpretaciones bíblicas son válidas. No todas las iglesias enseñan la verdad completa. Jesús dejó un método claro y coherente: fiel al texto, enfocado en la verdad, y con aplicación para la vida eterna.
El llamado es a volver a la Palabra, con oración, humildad y disposición para obedecer. La verdad no es una tradición, ni una experiencia aislada, ni una institución. La verdad es Cristo, revelado en las Escrituras y conocido mediante su Espíritu.
“Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:32, RVR1960)
Referencias
1. Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día. (1992). Creencias de los adventistas del séptimo día. Review and Herald.
2. Catecismo de la Iglesia Católica. (1992). Librería Editrice Vaticana.
3. Culver, R. D. (2005). Biblical hermeneutics: A comprehensive introduction to interpreting Scripture. Mentor.
4. Reid, G. W. (Ed.). (2010). Entender las Sagradas Escrituras: Un enfoque adventista. Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana.
5. White, E. G. (2000). Eventos de los últimos días. Mountain View, CA: Pacific Press.
[1] Evangélicas, Reformadas, Luteranas, Bautistas, Anglicanas


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